Llevo varios años consumiendo productos tecnológicos de Samsung, desde televisiones hasta móviles y seguro productos que no me acuerdo o que están creados por ellos y ni sabía, dado la cantidad de componentes que fabrican.
Pero ha sido a raíz de adquirir mi Note 3 cuando estoy pensando en que esto cambie y colocarme al otro lado de la balanza. Y no es que me parezcan malos sus productos, sino que últimamente no están cuidando nada a los usuarios, que religiosamente gastamos nuestro dinero para disfrutar sus novedades.
Han sucedido dos cosas en este tiempo que me están marcando para tomar ésta decisión:
– Como os conté hace unos días el Samsung Galaxy Note 2 de mi mujer lo tuvimos que llevar al servicio técnico.
– La otra “cosa” es mi propio Samsung Galaxy Note 3, y no hablo sólo del hardware, hablo de su software, que ahora explico la razón.
Estas dos razones, por mi propia experiencia personal, son las que me llevan a pensar que probablemente sea mi último smartphone. Os lo explico algo más a fondo…
Que un teléfono se “muera literalmente” no es para hacer leña del árbol caído de la marca. Pero sí del soporte que facilitan para evitar esos problemas. Va a pasar un mes desde que envíamos nuestro Note 2 y he tenido que acudir varias veces a un 902 sin grandes avances salvo ver mi factura de móvil aumentada por la llamada.
Una empresa “tan grande” cómo puede tener un servicio tan pésimo. Me han facilitado 3 RMA´s o números de seguimiento, y ninguno me sirve para “seguir” qué están haciendo con el teléfono. Aunque puede que el operador que me tocó no fuese el más avispado, escribió todos mis datos mal. Y no es exagerar, mi número de portal es un 34 y escribió 3, mi apellido es Unzué (y aún deletreándolo dos veces) escribió UNSUET, la calle también estaba mal…en fin, que más vale que mi móvil estaba bien que sino el mensajero no hubiese llegado…
He hecho varias reclamaciones, y al final me llama otro operador para decirme que el teléfono estaba “reparándose”. ¿En serio? 3 veces he llamado con la misma respuesta. No le quise ni pedir otro RMA porque ya tenía tantos que me parecía absurdo.
Su chat no funciona. El email no sabes si ha llegado o no…en fin, todo lo que cabe esperar de uno de los mayores fabricantes del mundo.
Vamos que si tienes suerte y no se te rompe nada, vivirás contento con tu teléfono, cámara o televisión…
Por otra parte, está mi Note 3. Un teléfono que salió a 749€ y que no tenía su versión de Android pulida ni testeada. Se comía la batería, había muchos lags,…vamos que te alegras de gastarte tanto dinero y ver que funciona mejor la Qtek S200 de hace unos años. Todo un logro para el buque insignia de la marca (esto es broma!!).
A los primeros compradores, en los que me incluyo, no se les ha cuidado de ninguna forma. Ni un mísero vale de 100€, que han ido renovando hace meses. Vale que cada uno lo compra cuando quiere, y que podría haber esperado, pero no dice mucho de la marca.
Posteriormente, vemos como los sistemas de seguridad, el famoso Knox, hace que tu teléfono presumiblemente pierda la garantía si lo manipulas lo más mínimo. Una ridiculez, porque aunque aumente el contador, un fallo hardware no es provocado por algo así. Vale que se quiera mejorar Android en cuanto a seguridad, pero no condiciones al usuario…
Otro problema es la actualización a 4.4.2, como no teníamos suficiente con Knox, con ésta actualización la grabación nativa de llamadas desaparece y todos los accesorios NO ORIGINALES dejan de funcionar. Ejemplo, la funda SVIEW, que tan famosa se ha hecho, con una marca como SPIGEN, no funciona. Sólo si compras la original te funcionará. Vamos que le van desapareciendo prestaciones por momentos a un equipo tan caro…
Sinceramente, me encanta la gama Note, pero no puede ser que un producto nuevo funcione peor que el anterior, y no porque el hardware sea malo (bueno la cámara no es muy buena), sino porque el fabricante se empeña en apoderarse de los usuarios.
Señores Samsung, no son Apple, ni pretendan serlo (y yo soy pro android), y si lo pretenden como parece cojan lo bueno y no lo malo de su rival.
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